Cualquiera que conozca un poco mis gustos cinematográficos sabe de sobra mi odio radical hacía Stanley Kubrick. En su momento me acusaron de falta de fundamento en este odio. Me criticaron de no haber visto apenas ninguna película. «No has visto The Full Metal Jacket» me decían. «¿Cómo puedes decir que no te gusta Kubrick si ni siquiera has visto The Clockwork Orange«.
Pues muy bien, hasta esta tarde había visto tres películas de Stanley Kubrick en su totalidad.
La primera era Shining. Era una película con un guión interesante, como todos los del señor Stephen King, pero desde mi punto de vista desaprovechado por el director americano.
La segunda fue Full Metal Jacket. Penúltima película dirigida por Kubrick. Como siempre guión co-escrito. Pero el guión no es el problema. De hecho está bastante bien. No es Apocalypse Now, vale, pero es casi tan bueno. Vietnam. Reclutas capullos… que más se le podía pedir. Ese inicio en el campo de entrenamiento es genial. Pero, a pesar de todo, me aburrí. Aún así, a mejor suya que he visto. La aguanté bastante bien. Menos el final con la vietnamita, casi incluso me gustó. Casi.
Y llegó la tercera. Ahí llegó el problema. Clockwork Orange. La Naranja Mecánica. Película de culto sin duda. ¿Obra maestra? A mi me parece más bien desperdicio. Una historia a explotar llevada, desde mi punto de vista, por un camino equivocado. Dejaremos al lado la estética. Eran los setenta. Pero, esa obsesión por penes y tetas. Vale, puede integrarse en la historia. Se lo dejaré pasar. Al igual que le agradezco el uso de la música clásica. Posiblemente la única cosa que me gusta de sus películas.
¿Ultraviolencia? ¿Eso le parecían esas escenas a Alex? Personalmente, si tuve que ver la película en dos tandas fue porque me aburría. Y mucho.
Pero, soy como una mosca. Por mucho que se que la luz del matamoscas representa mi final no puedo evitar acercarme a ella. Así, este mediodía he vuelto a caer. Lo he intentado de nuevo y he visto otra de Kubrick. La catalogada mejor película de ciencia ficción: 2001
Y lo siento. Me ha vuelto a pasar. 2001 tiene una duración oficial de 141 minutos. Dos horas, veintiun minutos. Me han gustado exactamente 60 minutos de ellos. Desde el minuto 60 hasta el 120. Es decir, la historia de la misión a Júpiter y HAL. Empezando con esa magnífica escena de Frank corriendo por la nave. Me encantó. Pero, poco más. Y es lo que explica qué no me gusta de Kubrick. Qué no me gusta cuando rueda.
No me importa que una escena del astronauta saliendo a arreglar una antena dure 10 minutos. Sea lenta. Sin música ni ruidos. No me importa porque es lo que me gusta. Porque le da realismo. Porque tiene sentido que sea así. Por eso me gustó esa parte. Me gustó el guión y las decisión de dirección estaban contextualizadas con él.
Pero, ¿Qué ocurrió antes? ¿Por qué tuve que ver 10 minutos de una nave atracando dentro de otra? Afortunadamente con una excelente BSO que salvó parte de la escena. ¿Por qué en el minuto 120 de película pensé que estaba en Tron? ¿Por qué en el 135 que había vuelto a poner The Fountain?
Resulta que, analizándolo, la película dura 140 minutos y entendí sólo 100 de ellos. Sin coherencia ni cohesión entre ellos.
Eso es un problema. Cuándo tengo que buscar en internet una teoría de explicación de una película para ver si la he comprendido bien, la película mola (normalmente).
Cuándo tengo que buscar la explicación para intentar saber que he visto en 140 minutos no. Por mucho que luego pueda aplicar la teoría a la experiencia. Hace 40 años no había internet. No se que hubiese visto si la viese en el cine. Imagino que hubiese dicho «que bueno es» sólo porque los demás lo decían.
La verdad, odio a Kubrick. Odio su forma de dirigir. Pienso que se sale del tiesto. Se emociona y no me gusta lo que hace. No digo que sea bueno ni malo. Digo que no me gusta. Me caen mal sus película, aunque estoy seguro que me lo hubiese pasado bien hablando con él. Desgraciadamente ya no podemos.
Pero, creo que ya puedo decir que tengo cierto fundamento como para decir que: Odio a Stanley Kubrick.
Vaya forma de acabar un año.
pd: Otro día debería hablar de The Fountain. Otra ida de olla. Entiendo que haya gente a la que le guste. A mi no. Pi no me llamó la atención. The Fountain no me gustó. Me estoy pensando ver Black Swan,
Creedme, si no hablo de estas películas es porque me obligaría a verlas de nuevo, no porque no tenga ganas de ponerlas a parir. A lo mejor, si veo Black Swan y, por mucho que estén Natalie Portman y Vicent Cassel (actor como la copa de un pino), no me gusta; me lanzo.