Shit Hit the Blog llevaba mucho tiempo sin un post nuevo y por eso pido perdón. No tenía nada que escribir, nada nuevo me había pasado y había dejado mis reflexiones filosóficas en otro lugar durante algún tiempo. Imagino que ha nadie le ha afectado, de hecho, me sentiría muy feliz si ha alguien le hubiese afectado mi falta de actualización de este blog, pero eso es tema a parte.
De nuevo, perdón.
Ahora, explicaré la llamada a las armas.
Apruebo la teoría. Me parece un conocimiento básico. Una parte fundamental en el proceso de aprendizaje. Por eso no me quejo por tener asignaturas teóricas, lo que odio es tener tan pocas horas totales de clase, pero eso es tema aparte. Aunque relacionado, hoy no hablaré de eso.
Cada vez que veo una película me emociono, no porque sea buena o mala, me emociono en el sentido que cada vez que veo una película me imagino la posibilidad de rodar una y me emociono imaginándome tras este mismo ordenador escribiendo su guión, tras este mismo ordenador, dejándome los huevos para preparar una pre-producción y tras una cámara y un monitor dirigiendo ese guión. No es algo nuevo, muchos ya sabéis esto.
Ahora, uniré los dos párrafos anteriores. Me gusta la teoría, me parece fundamental, me gusta ver películas y leer libros; me parece fundamental también. Pero, leyendo un libro no se aprende. El libro te da una información “utópica” te intenta mostrar cómo son las cosas, cómo se hacen las cosas o qué pueden significar las cosas. Pero, realmente, nunca así son las cosas.
Y si algo me gusta es equivocarme. No el error en sí, sino el hacerlo.
Este mundo ha evolucionado gracias al sistema científico de prueba y error. Sin prueba no hay error. Y la equivocación significa, precisamente, que te has atrevido a probar.
¿Veis hacía donde voy? ¿No? Pues sigo.
La teoría mola y es educativa. La praxis lo es más. La mejor manera de aprender una cosa es haciéndola, porque mediante prueba y error se va aprendiendo mucho más rápidamente y de manera más eficaz que desde la tranquilidad de la lectura de un libro o el visionado de una película.
Sin prueba no hay error, sin error no hay aprendizaje.
Sin embargo, y si bien es cierto que hasta el año que viene en la teoría no parece haberlo, la praxis que hemos realizado mis compañeros y yo es casi nula. Y me reconcome por dentro. Porque no aguanto tener sólo tres horas de clase diarias, muchas teóricas, y no poder poner en práctica los aprendizajes en el resto de horas libres de la mañana. ¿Quizá soy raro y realmente me gusta estudiar/trabajar? Puede, pero soy así.
Y, entonces, a este paso, en dos años de carrera no habré tenido error. ¡Bien! Pero tampoco prueba. Y quiero la prueba.
En este último trabajo que he realizado de Tecnologías Audiovisuales me he dado más cuenta aún que para bien o para mal, la que espero que sea mi futura profesión, es un trabajo de equipo total. No se puede hacer nada uno sólo. Es imposible hacer todo el proyecto uno sólo.
Sabéis que me gusta escribir. Lo adoro. Lo haré mejor o peor, pero lo intento. Así, he escrito muchas cosas, aunque sea sólo para mi placer. Nunca he llevado esto a más. ¿Por qué? Por querer hacerlo sólo y, por tanto, ser inviable.
Por eso, voy a utilizar este blog como una llamada. Una llamada a mis compañeros de clase. Una llamada que lleva una propuesta.
Tenemos los medios, las ideas y, espero, las ganas. ¿Por qué no hacer algo entonces?
Así que os propongo algo:
Vamos a rodar un corto. La idea que se me ha ocurrido es que escriba un guión que llevásemos a cabo todo aquel que quisiera. Así, esta experiencia, sin ayuda, en la que nosotros tendremos que solucionar nuestros propios problemas, nos servirá, posiblemente, como una de las mejores formas de aprendizaje de este año.
La idea es escribir el guión de forma de que pudiese rodarse, la mayor parte por lo menos, en la universidad y con el mínimo gasto posible.
Así, yo trataría de crear el guión y sus distintos borradores hasta la fase final para, como muy tarde, mediados de Enero. Después, una fase de pre-producción que duraría hasta finales de Febrero. En Marzo rodaje y en Abril la post-producción. De esta forma, con plazos tan largos, el proyecto no nos quitaría exceso tiempo que usemos en otras actividades y a final del curso podríamos disfrutar de nuestro corto.
La idea es realizar una cosa que no tiene que tener la mayor calidad del mundo, algo lógico, pues somos novatos, pero que nos servirá como una buena plataforma de aprendizaje en solitario. Sin embargo, sí que se exige cierta seriedad, pues, si yo me involucro desde el inicio un 100%, necesito que aquellos que les interese, en el momento que tengan que hacerlo, tengan la seriedad y se involucren también.
Así pues, ¿Qué os parece?
Quienes estéis interesados mandadme un correo a artuegk@hotmail.com haciéndomelo saber y os informaré de las novedades del proyecto.
Yo grito hey, ho! ¡A por todas! ¿Alguien me apoya?